Día Internacional del Policía

Por Roberto Fleischer Haro / Dossier Político

El día Internacional del Policía se celebra el día dos de Enero, pero por motivos X se cambia la fecha a conveniencia de las autoridades en turno.

Es menester reconocer tan abnegada vocación. Nadie podrá entender plenamente la función del Cuerpo Policiaco, quien tiene la delicada responsabilidad de luchar y combatir al enemigo de la sociedad, para que ésta viva en un clima de paz, armonía, libertad y respeto.

Con frecuencia se olvida que los servidores públicos del ámbito de la seguridad pública, están sujetos a constantes presiones y son enfrentados a tener que sobrellevar los efectos de una imagen de corrupción que no hace distinciones de institución, ni de persona.

El entorno familiar constituye un factor primordial en el equilibrio en la vida del policía actual.

Se enfrentan a diario a ciertos segmentos de la sociedad, que olvidando los valores se forman en la fila de la sub cultura, de la violencia y tienen que hacer el derecho de las familias.

Seguridad Pública es Sinónimo de servicio, entrega, sacrificio, responsabilidad, disciplina, profesionalismo, amor a la patria, lucha de quienes día a día se esfuerzan en dar lo mejor de si por su comunidad, enfrentando una serie de factores tales como la delincuencia, la falta de recursos, etc., etc..

Así como también respetar los derechos fundamentales del hombre entre ellos la libertad, la igualdad y la legalidad, promover su defensa y su acatamiento irrestricto.

Todos los miembros de las corporaciones policíacas entienden que su importantísima misión social debe estar siempre orientada hacia los intereses superiores de la sociedad y de ellos mismos como personas.

Además “para darse de alta en la policía, hay que darse de baja en la sociedad y divorciarse de la familia, para casarse con la comunidad”; sus familias reciben los beneficios y los perjuicios de ser esposa (o) o hijos de un policía.

A lo más que aspiran, es lograr la confianza de la ciudadanía a través de su empeño, porque tienen la firme convicción de que la protección y la seguridad de la población es una de las actividades más nobles.

Las actitudes claramente contrarias a la Ley y a la verdad, se contraponen insalvablemente con la ética personal, así como también de las convicciones a favor de la Ley.

En reconocimiento a tan digna labor seria conveniente estimularlos no con algo simbólico sino que perdure en la memoria de la corporación y sus familias como sería “El Memorial a los policías caídos en el cumplimiento del deber”.

Por lo anterior reitero mi reconocimiento a los compañeros que con sus ideas, honor, trabajo, lealtad, honestidad y dedicación, forjaron la historia de la Seguridad Pública en Sonora.

Roberto Fleischer Haro egresado de la cuarta generación de la Escuela de Policía.